LUNDI 04-10-2010

Los nervios se materializaron definitivamente a las 13.45h cuando el autocar emprendió el viaje. Nos esperaba una larga jornada Estos nervios se acentuaron cuando, al llegar al aeropuerto de Barcelona tuvimos que esperar una hora más (hasta las 19.20h) a causa del retraso que llevaba nuestro vuelo. Aunque, si emocionante fue la espera, mucho más lo fue el despegue del avión. Hemos de tener en cuenta que algunos de nuestros compañeros de aventura no habían subido nunca a un avión. ¡¡¡Y qué decir del aterrizaje!!!
En el (¡enorme!) aeropuerto de Bruselas nos estaba esperando el conductor del bus que nos llevaría a Denain, ciudad donde está situado el instituto Jules Mousseron.
Dos horas después, nuestros alumnos ya estaban hablando con sus respectivas parejas de intercambio y conociendo a las que serán sus familias adoptivas durante estos interesantes días de trabajo.
Ahora, cerca de la medianoche, toca descansar, que mañana nos espera una jornada llena de emociones y de nuevas experiencias.

Les nerfs se sont sentis définitivement à 13.45h quand l’autobus a commence le voyage. Une longue journée pleine de changements de moyens de transport nous attendait. Ces nerfs se sont accentués quand on a dû attendre une heure de plus à l’aéroport, à cause du retard de l’avion.
Bien que pendant l’attente les élèves étaient très contents, le moment le plus émouvant était le décollage. Il faut dire que quelques de nos élèves n’étaient jamais montés à un avion. ¡¡¡ et quoi dire de l’atterrissage !!!
À l’énorme aéroport de Bruxelles le conducteur de l’autobus qui nous emmenait à Denain, ville où se trouve le lycée Jules Mousseron, nous attendait.
Deux heures après, nos élèves parlaient déjà avec ses familles correspondantes pendant ces jours de travail.
Maintenant, presque à minuit, il faut se reposer, parce que demain sera un jour plein d’émotions et de nouvelles expériences.